Historia

La Guerra Fría en América Latina

En América Latina los años '60 se caracterizaron por convulsiones (manifestaciones, huelgas, revueltas, etc.) sociales, políticas y culturales. El crecimiento y la modernización de las economías hicieron más evidentes y profundas las desigualdades sociales y un reclamo generalizado de cambio se difundió por el continente. A los movimientos de obreros y campesinos se sumó la participación política de algunos sectores de la juventud, especialmente de los estudiantes. Las palabras "reforma", "cambio" y "revolución" se convirtieron en los términos fundamentales del vocabulario político, sobre todo después de un hecho que marcó la década y repercute no solo en el continente sino en todo el mundo: el triunfo de una revolución socialista en Cuba.

La Revolución Cubana

Cuba, luego de su independencia de España en 1898, había pasado a ser un lugar que se encontraba bajo la influencia de los Estados Unidos. Los norteamericanos manejaban la economía cubana, en especial la producción de azúcar que era la actividad económica principal, pero también poseían las industrias, la electricidad, los teléfonos, la mitad de las tierras y una gran parte del sistema ferroviario. La Habana, su capital, constituía un lugar de diversión y negocios (juego, bares, prostitución) para la mafia norteamericana.

En 1952, Fulgencio Batista llegó al poder por medio de un golpe militar, suprimió la Constitución y ejerció un poder dictatorial basado en la represión y la corrupción. Un año más tarde, un grupo de universitarios nacionalistas encabezados por Fidel Castro, inició una revuelta contra el régimen. Fracasaron y terminaron en la cárcel y luego en el exilio pero no se resignaron. Al poco tiempo volvieron a entrar en Cuba y se instalaron en las sierras con el mismo propósito. Desde allí y a través de un movimiento de guerrillas atacaban a las fuerzas militares del dictador Batista. Formaba parte de este grupo el médico argentino Ernesto "Che" Guevara.

Al cabo de un tiempo, y gracias al apoyo de la población, los guerrilleros lograron derrotar al ejército de Batista y el 1° de Enero de 1959 entraron triunfantes en La Habana. Había comenzado la Revolución Cubana.

Ni Fidel Castro ni sus compañeros eran comunistas. La misma CIA (central del espionaje estadounidense) dudaba del carácter de este movimiento, suponiendo que podría ser simplemente un grupo nacionalista y democrático que podía ser manejado por Estados Unidos.

Sin embargo, pronto surgieron enfrentamientos cuando Castro puso en marcha una reforma agraria que afectó los intereses de las empresas azucareras norteamericanas. Al poco tiempo, cuando las compañías inglesas y norteamericanas se negaron a trabajar con el petróleo importado de la Unión Soviética, Castro las expropió. En respuesta, Estados Unidos se negó a comprar el azúcar que producía Cuba. Fidel Castro terminó vendiéndoselo a los soviéticos que de inmediato se ofrecieron a comprarlo.

De esta manera Cuba se fue integrando al bloque soviético. La existencia de un aliado de la URSS a sólo 10 kilómetros de su territorio preocupó a los norteamericanos. En 1961, con el apoyo del presidente Kennedy, un grupo de cubanos anticastristas, entrenados en Estados Unidos, desembarcó en la Bahía de los Cochinos para derrocar al gobierno revolucionario. La empresa fracasó y derivó en la ruptura de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. A partir de ese momento, Cuba se declaró socialista y estrechó sus relaciones con el bloque soviético. En 1962, a raíz de un conflicto por el establecimiento de misiles soviéticos en territorio cubano —conocido como "crisis de los misiles"— Cuba, sufrió el bloqueo de Estados Unidos y fue expulsada de la O.E.A, medidas que se mantienen en la actualidad. El aislamiento al que fue sometida, aumentó su necesidad de apoyo soviético.

El gobierno cubano intentó exportar su revolución. Alentó e incluso apoyó con armas y hombres a movimientos guerrilleros anti norteamericanos en Latinoamérica. El médico argentino Ernesto "Che" Guevara jugó un importante papel en esta tarea. Sin embargo, Cuba no tuvo mucho éxito, en especial luego del asesinato del "Che" en Bolivia en 1967.

Si tuvo mucho éxito al mejorar el nivel de vida de la empobrecida población. El gobierno cubano construyó viviendas, escuelas y hospitales y lanzó campañas de alfabetización y salud que permitieron, en pocos años, eliminar el analfabetismo y muchas enfermedades endémicas. En el plano político, legalizó solo al Partido Comunista de Cuba, estableció la censura de prensa y eliminó el sistema de elecciones tal como lo conocemos en nuestro país. En su reemplazo se eligieron a los representantes a través de una suerte de asambleas populares.

En el plano económico, a pesar de sus intenciones, Fidel Castro no logró liberar a Cuba de la dependencia del azúcar pues fracasaron los planes industrialistas. Los países del bloque soviético se encargaron de proveerla de productos industriales y petróleo. Por ello, desde la caída del régimen soviético, en 1991, Cuba sufre graves penurias y problemas. El bloqueo norteamericano, que aún continúa, las agrava.

El capitalismo neoliberal en un mundo unipolar (1973)

Desde 1973 la crisis económica del mundo industrial y sus efectos desestabilizadores originaron una nueva división del mundo, quizás más grave e irresoluble, entre los países ricos y los pobres. Así, el panorama de nuestros días se presenta muy complejo y preocupante porque se mezclan la crisis económica y social. los cambios en el antiguo bloque del Este y la oposición entre un mundo desarrollado y un mundo subdesarrollado.

El capitalismo neoliberal en un mundo unipolar (1973)

Una nueva crisis del capitalismo: el fin del Estado de Bienestar A fines de la década de 1960, comenzaron a percibirse los síntomas de una nueva crisis del capitalismo. Muchas empresas disminuyeron sus ventas y sus ganancias. Otras, en cambio, se hicieron muy poderosas con inversiones en diferentes países, eran multinacionales. El Estado de Bienestar tenía dificultades para cumplir las funciones que lo caracterizaban, por ejemplo, asegurar el pleno empleo o controlar el funcionamiento de las empresas. La situación se agravó cuando comenzó la gran inflación.

Finalmente, la crisis estalló cuando a raíz de un conflicto entre Israel y los países. árabes, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (O.P.E.P.) limitó sus exportaciones. Esto provocó que el precio del barril de petróleo aumentara en más de un 300% y se encarecieran las materias primas derivadas del petróleo como los plásticos, las naftas, el gas-oil... El transporte incrementó sus precios así como el resto de los productos. El alza de los precios del petróleo terminó con la etapa de energía abundante y barata.

El cierre de algunas industrias y la inflación produjeron desempleo y empobrecimiento. Los gobiemos no tomaron medidas para cambiar el rumbo de la economía ni para paliar la desocupación como lo habían hecho en las últimas décadas. Significó el fin del Estado de Bienestar.

La crisis social y económica no fue universal ni afectó a todos los países por igual. La mayoría de los países capitalistas más desarrollados —el Primer Mundo— fueron los que sufrieron la crisis en forma más inmediata. Los productores de petróleo como la Unión Soviética y los países árabes se enriquecieron. Los del Tercer Mundo, entre ellos los de América Latina, no se vieron demasiado afectados por algún tiempo, gracias a los préstamos baratos que obtenían en el exterior.

Las políticas económicas frente a la crisis: el neoliberalismo

Frente a la crisis económica, comenzaron a difundirse las ideas "neoliberales", que se consideraban herederas de los liberales del siglo XVIII y XX.

La política neoliberal tiene como meta principal lograr el crecimiento económico que, cuando llegue a ser voluminoso- sostienen sus partidarios- elevará los niveles de ingreso y resolverá naturalmente la situación de los más desfavorecidos. Para lograr este objetivo, es prioritario garantizar la libertad del mercado. A diferencia del Estado de Bienestar, que intervenía regulando los beneficios de las empresas, los salarios y los precios, los partidarios del neoliberalismo sostienen que el Estado debe intervenir en la economía sólo para garantizar la libre competencia. [...]

El programa neoliberal que adoptaron los distintos gobiernos se compone de una serie de medidas caracterizadas por los siguientes aspectos:

El derrumbe del sistema soviético y el fin de la guerra fría

[...] En esta situación de gran debilidad interna y externa, un reformista, Mijail Gorbachov, fue designado jefe de Estado de la Unión Soviética en 1985. Gorbachov inició un proceso de reformas conocido como "perestroika" (reestructuración), definida según sus propias palabras como "una vuelta a Lenin, un recuperar el aliento democrático del partido y todo el dinamismo económico de la revolución". Su objetivo era liberalizar el rígido sistema económico de planificación centralizada para modernizar y aumentar la producción y mejorar el nivel de vida de la población. También pretendía reformar la administración para disminuir la burocracia. Pero estas transformaciones requerían un cambio profundo en la costosa política exterior..... En 1987 Gorbachov firmó con el presidente norteamericano el Tratado de Washington por el cual, los dos grandes se comprometían por primera vez a reducir el armamento.

La caída del muro de Berlín en noviembre de 1989

Las reformas iniciadas por Gorbachov tuvieron profundas consecuencias en todo el mundo y, en especial, en los países de Europa Oriental. Los húngaros, polacos, checos....exigían más independencia, reformas económicas y democracia política. En mayo de 1989, el gobierno de Hungría abrió sus fronteras con Austria, un país del bloque occidental. Usted debe recordar que no estaba permitido -salvo permisos excepcionales- el tránsito entre la Europa Occidental y la Oriental. (Si no lo recuerda, vuelva a leer "La formación de los bloques" en la unidad anterior).

Luego de esto, en noviembre del mismo año, miles de eufóricos alemanes orientales y occidentales derribaron el muro que dividia la ciudad de Berlin con la aprobación de sus respectivos gobiernos. Al finalizar el año poco quedaba del bloque soviético.

El nuevo orden internacional: la disolución de la Unión Soviética y el liderazgo norteamericano

Las reformas iniciadas por Gorbachov también tuvieron consecuencias dentro de la Unión Soviética. Cuando se debilitó el fuerte control que ejercía el gobierno soviético, las diferencias entre naciones, razas y religiones que existieron desde siempre en la URSS, afloraron. Estas diferencias motivaron fuertes reivindicaciones nacionalistas y pedidos de autonomías de las repúblicas que formaban la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas). Los esfuerzos de Gorbachov no pudieron detener la tendencia a la separación y en 1991, la Unión Soviética se desintegró. En pocos meses, su territorio quedó dividido en muchas repúblicas que se declararon independientes.

A partir de entonces, Estados Unidos quedó como única superpotencia mundial.

Golpes militares y neoliberalismo en América Latina

En América Latina, desde los años sesenta surgieron movimientos políticos que consideraban a la vía armada como la única alternativa que quedaba para dar respuesta a la situación de injusticia social, miseria y desigualdad que caracterizaba a todos los países de la región.

Los Estados Unidos temerosos de estos movimientos denominados guerrilleros y de que se produjera una revolución similar a la cubana, alentaron golpes militares en Chile, Argentina, Uruguay, Bolivia, Brasil.

Durante toda la década de los setenta, los gobiernos surgidos de estos golpes aplicaron políticas neoliberales, asesorados por norteamericanos. Era la época de la Guerra Fría y el neoliberalismo veía una amenaza a sus intereses en los grupos armados, en el movimiento obrero organizado y en los partidos políticos populares. Su prioridad era el triunfo contra "el imperio del mal", como consideraban al comunismo. En el logro de este objetivo, cualquier método era válido, aún los que implicaban una violación a los Derechos Humanos.

Las políticas neoliberales implicaron, para toda la región, el cierre de las industrias, la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, el hambre y la miseria para la mayoría de la población..

Para impedir cualquier queja y "reeducar" —en sus términos— a la sociedad, se implementó el terrorismo de Estado: la tortura y el asesinato indiscriminado, el secuestro de bebés, el robo y la corrupción. Estas dictaduras latinoamericanas desataron su mayor represión sobre los jóvenes.

Sin embargo, no pudieron permanecer todo lo que hubiesen querido. A partir de los años ochenta, en Honduras, Perú, Bolivia, Uruguay, Argentina, Chile y Brasil, entre otros, se fueron estableciendo acuerdos y pactos para el retorno de gobiernos constitucionales. Muchos de ellos, continuaron las políticas neoliberales. Uno de los primeros en aplicar estas políticas fue el presidente Carlos Salinas de Gortari, en México, electo en 1988. Luego, Carlos Menem en la Argentina, a partir de 1989, en Venezuela, cuando comenzó, ese mismo año, la segunda presidencia de Carlos Andrés Pérez; y finalmente Perú, con la elección de Alberto Fujimori en 1990. Ninguno de estos gobiernos hizo conocer a la población, antes de su elección, el contenido de las políticas que habrían de aplicar. Por el contrario, Menem, Pérez y Fujimori prometieron exactamente lo opuesto a las medidas que aplicaron en el curso de los años 90.